Nuestra experiencia en este establecimiento ha sido bastante decepcionante. Para empezar las fotos que muestra la empresa del establecimiento deben de corresponderse con tiempos pasados en los que tuvieron auge pero para nada es l realidad actual. Al llegar nos abrieron de forma remota la cancela ( en ningún momento tuvimos contacto directo con ninguna persona ) al entrar nos encontramos con un patio donde había un camión aparcado, maquinaria de gimnasio en muy mal estado apilada y sucia, un árbol de navidad gigante ( finales de marzo ) plantado en el centro, restos de lo que pudo ser una cámara de refrigeración con botellas de cava en su interior del año de la polca con ramas que habían entrado por la parte superior ( la supuesta cámara no tiene techo ) con más años y polvo que Matusalén. Acumulación de distintos trastos descuidados, sucios y desordenados ( maceteros viejos, mesas, sillas, botellas de cristal, piedras, … un desastre vamos ). El acceso a la casa se realiza por una puerta blanca que cuando la abres parece que estés entrando a la casa de drácula: oscuro, tétrico, nuevamente acumulación de objetos sin ningún sentido ni coherencia para la decoración de un establecimiento de este tipo: básculas de pediatría, monitores viejos y sucios apilados, todo tipo de enseres que parece que hayan ido recogiendo de otros lugares y acumulando allí a modo de trastero, … en fin, una experiencia nada agradable y desde luego no lo recomiendo en ningún caso.
