El riad está muy bien ubicado, en el barrio de la Kasbah, a 10 min a pie de la plaza Jemma el Fna. Por las mañanas, al salir, te encuentras un mercado de verduras, carne, pescado, etc. Es difícil encontrarlo la primera vez, así que contratamos un taxi que nos llevó hasta la mezquita de la Kasbah y allí nos recogió la señora que lleva el hotel. Es muy agradable y servicial, la pena es que no habla mucho francés ni inglés. Hace unos desayunos muy ricos y siempre está disponible. Lo único negativo que encuentro al hotel es que la habitación en la que estuvimos era quizá demasiado pequeña y que necesita un poco de renovación, aunque todo estaba muy limpio. Tampoco tienen un teléfono para llamar desde allí, así que a la hora de reservar algunas cosas, nos tuvimos que apañar de otra forma. Lo que sí tienen es wifi, que funciona medianamente bien. Un sitio para recomendar.