Es un edificio antiguo muy lindo, la habitación de muy buen tamaño, el único problema es que no hay elevador, pero el personal fue muy amable al ayudarnos con las maletas.
Otro detalle es que el restaurant tiene menú limitado al igual que lugares limitados, y si no hay lugar para cenar, no tienen room service.
El personal es super amable, las camas muy cómodas y es ideal cuando visitas a tus hijos si están en Pollock halls, porque literal esta dentro del complejo ya que el hotel pertenece a la universidad.