Elegí hospedarme en el Ibis Centro Cancún siguiendo la recomendación de mis padres, quienes tuvieron una buena experiencia el año pasado, pero este año fue muy diferente. Aunque confirmé el horario de check-in antes de llegar, la atención fue deficiente desde el inicio. Al llegar antes de las 3 pm, nos trataron de manera poco amable y nos informaron que no podíamos registrarnos antes de esa hora. Durante el check-in, me sorprendió que me pidieran identificación y firmas de mis padres, lo que resultó innecesario e incómodo después de un largo viaje. Además, no nos dieron detalles sobre la habitación ni el piso; simplemente nos entregaron la llave. A pesar de la amabilidad de un empleado que nos ayudó con el equipaje, no hay asistencia para llegar a las habitaciones, lo que resultó incómodo. Para colmo, los baños del lobby estaban cerrados, lo que hizo aún más frustrante la espera. En resumen, la experiencia no fue positiva y no consideraría regresar.
Este hotel puede ser adecuado para quienes necesiten una estancia corta y no busquen grandes lujos, pero la falta de atención y servicio en recepción, sumada a la incomodidad de las camas, hace que no lo recomendaría para estancias largas o para quienes busquen un descanso de calidad. Si buscan algo rápido y funcional, puede ser una opción, pero definitivamente no para una experiencia de vacaciones relajantes.